Anticiparse y tomar las medidas necesarias para prevenir los movimientos rápidos e inesperados del paciente durante la administración del fármaco y, en el caso de los niños, pedir la colaboración de los tutores para inmovilizarlos.
Verificar la existencia de incompatibilidades medicamentosas que contraindiquen la administración de alguno de los fármacos.
Vigilar y, en el caso de pacientes ambulantes, informar de la necesidad de comunicar cualquier signo relacionado con las posibles complicaciones (picor, dolor, visión borrosa o doble...) al profesional sanitario encargado del seguimiento del proceso.
Si es la primera vez que se administra un medicamento hay que estar alerta, en especial en los casos de hipersensibilidad conocida a otros fármacos.
Desechar la primera gota o porción de pomada antes de instilar el tratamiento.
Si en algún momento se toca el ojo con el aplicador del medicamento, hay que considerarlo contaminado y desecharlo.
Las gotas oftálmicas deben aplicarse antes que las pomadas. Lo ideal sería esperar 5 minutos para favorecer que las gotas se absorban.
Cuando sea necesario instilar gotas de varios colirios, se administrarán con por lo menos cinco minutos de diferencia, pues si se administran seguidos las segundas lavan las primeras y no son efectivas.
Seguir en todo momento una técnica aséptica, ya que los colirios se contaminan con facilidad.
Emplear siempre material distinto para cada ojo.
Una vez abierto el envase, se considera contaminado. Será de uso exclusivo para el enfermo y debe estar correctamente identificado.
En el caso de colirios que se conserven en la nevera, hay que calentarlos entre las manos antes de administrar hasta que alcance la temperatura ambiente.
Cuando se administren fármacos que produzcan efectos sistémicos, se aplicará una leve presión sobre el conducto nasolacrimal durante 30-60 segundos para evitar su paso y absorción por la mucosa nasal.
Anotar en el envase la fecha de apertura y verificar el período de caducidad una vez abierto, dependerá del tipo de colirio. Resguardarlo de la luz y calor excesiva
Desechar las gotas descoloradas o con poso.
Vigilar la presencia de enrojecimiento, picor, visión borrosa persistente o disminución de la agudeza visual.
El saco conjuntival tiene capacidad para 1-2 gotas, por lo que la instilación de más medicamento es de dudosa eficacia.
Mantener bien cerrados los colirios y las pomadas después de utilizarlos.
No aplicar nunca presión directa sobre el globo ocular, ya que se pueden producir graves daños.
Las pomadas oftálmicas deben administrarse en último lugar.
La medicación ocular concomitante debe administrarse 5 minutos antes de la instilación de lágrimas artificiales.
Que, tras la administración de la pomada oftálmica, así como con ciertos colirios, su visión permanecerá borrosa durante unos instantes.
A administrarse la medicación. A no tocar el ojo con el aplicador del medicamento.
A mantener la medicación en un lugar seco y con baja iluminación.
A no emplear nunca el mismo medicamento de otros pacientes o familiares.
Los posibles efectos secundarios de los medicamentos oculares incluyen: cefalea, falta de concentración, sequedad, irritación, alergia, desorientación, confusión mental, dificultad para respirar y alucinaciones.
La hiperextensión del cuello para la aplicación de los medicamentos oftálmicos está contraindicada en pacientes con lesión de columna cervical.